miércoles, 12 de noviembre de 2025

El Festival del Mono (Monkey Buffet Festival) – Tailandia

Cada año, en la antigua ciudad de Lopburi, Tailandia, ocurre un espectáculo que parece sacado de un sueño tropical y algo caótico: el Monkey Buffet Festival, o “festival del banquete para los monos”. 

Lo curioso no es solo la magnitud del evento, sino quiénes son los verdaderos invitados de honor: miles de macacos de cola larga que literalmente se dan un festín entre frutas, dulces, verduras y refrescos servidos sobre coloridas mesas frente a templos centenarios.

 


 

Un banquete con historia y propósito

La tradición comenzó en 1989, cuando un empresario local tuvo una idea tan descabellada como ingeniosa: organizar una fiesta para los monos con el fin de promover el turismo en Lopburi, una ciudad ubicada a unos 150 km al norte de Bangkok. 

Pero el gesto tenía también un trasfondo espiritual: en la cultura tailandesa y el budismo, los animales —en especial los monos— merecen respeto y protección.

 

Además, los macacos son considerados descendientes de Hanuman, el dios mono del Ramayana, un símbolo de fuerza, lealtad y valentía. 

Alimentarlos, entonces, no es solo una estrategia turística, sino también una ofrenda de gratitud y buena fortuna.

 

¿En qué consiste el festival?

Durante el último domingo de noviembre, Lopburi se transforma en un auténtico buffet al aire libre. 

En las escalinatas y patios del templo Phra Prang Sam Yot, el corazón del festival, se disponen miles de kilos de frutas tropicales, verduras, arroz, pasteles y refrescos

Los organizadores suelen apilar las frutas en pirámides coloridas, cubriendo incluso mesas de hielo para mantener frescas las delicias en medio del calor tailandés.

 

Cuando todo está listo, llega el momento más esperado: una marea de monos hambrientos desciende de los templos, techos y árboles cercanos, abalanzándose sobre el banquete. 

En cuestión de minutos, el orden se disuelve en un caos juguetón de colas, saltos y chillidos. 

Los monos rompen cocos, lanzan sandías, “roban” botellas de gaseosa y, ocasionalmente, se sientan como reyes a devorar su botín mientras los turistas los fotografían fascinados.

 

Un espectáculo entre lo sagrado y lo surrealista

Lo interesante del Monkey Buffet Festival es ese extraño equilibrio entre devoción, turismo y comedia primate. Para los lugareños, es una manera de agradecer a los monos por atraer visitantes y prosperidad a la ciudad; para los turistas, es una mezcla entre ritual ancestral y escena de documental con tintes cómicos.

 

Sin embargo, no todo es risas. Algunos grupos defensores de animales han advertido que la sobrepoblación de macacos en Lopburi —alimentada en parte por esta fama— ha provocado tensiones con los habitantes, ya que los monos suelen invadir casas y tiendas en busca de comida.

 

Más que una curiosidad

Aun con sus controversias, el festival sigue siendo uno de los eventos más peculiares del mundo

En el fondo, refleja algo muy humano: esa necesidad de celebrar, agradecer y convivir —aunque sea por un día— con las criaturas que comparten nuestro entorno.

 

Y mientras los macacos de Lopburi siguen disfrutando su banquete anual, entre montañas de plátanos y melones, los visitantes descubren que en Tailandia, incluso los festivales más extravagantes tienen una historia sagrada detrás.

 

 

...........................................................................................................

Tradiciones y Costumbres de MI TIERRA
Un espacio dedicado a rescatar, compartir y mantener vivas las raíces culturales que nos identifican. Aquí encontrarás historias, fiestas, gastronomía y todo aquello que forma parte del alma de nuestros pueblos. 🌄🌿🎉

📲 Síguenos en nuestras redes para más contenido y transmisiones en vivo: YouTube, TikTok, Facebook, Instagram y X.


💬 No olvides dejarnos tu comentario sobre este artículo y cuéntanos qué tradición o costumbre te identifica más.

 

El Desfile de los Krampus: Cuando el Diablo sale a pasear por Austria

En las frías noches de diciembre, cuando la nieve cubre los Alpes y el aire huele a vino caliente y miedo, 

Austria se prepara para uno de sus espectáculos más inquietantes y fascinantes: el Krampuslauf, o Desfile de los Krampus

No es un carnaval cualquiera ni una inocente fiesta navideña. Es, más bien, una procesión donde lo diabólico y lo festivo se dan la mano, y donde los demonios salen a la calle... con permiso oficial.

 

Durante este desfile, decenas —a veces cientos— de personas disfrazadas de Krampus recorren las calles de ciudades como Salzburgo, Innsbruck o Graz, haciendo sonar sus cencerros, arrastrando cadenas y gruñendo a los curiosos. 

Los espectadores —entre aterrados y encantados— se apartan, ríen nerviosamente o gritan cuando uno de estos seres se acerca demasiado. 

Hay quien jura que el corazón le da un salto cada vez que uno de esos cuernos se pierde en la penumbra, solo para reaparecer frente a su rostro.

 

Pero, ¿quién es este inquietante personaje que cada diciembre roba el protagonismo a San Nicolás?

 

 

El origen del Krampus: entre lo pagano y lo piadoso

El nombre “Krampus” proviene del término alemán krampen, que significa “garra”, y no es casualidad. Este ser, con cornamenta de macho cabrío, orejas puntiagudas y lengua colgante, es la viva encarnación de la travesura y el castigo. 

Su figura hunde sus raíces en el folclore alpino precristiano, cuando los pueblos germánicos celebraban rituales invernales para ahuyentar los malos espíritus y asegurar la llegada de la primavera.

 

Con la cristianización de Europa, estas tradiciones paganas no desaparecieron: simplemente se adaptaron. Así, el Krampus pasó a ser el siniestro compañero de San Nicolás, el santo bonachón que premia a los niños buenos. 

Mientras San Nicolás reparte regalos y bendiciones, Krampus —según la leyenda— se encarga de los niños desobedientes, amenazándolos con su vara o metiéndolos en un saco para llevárselos quién sabe a dónde.

 

El resultado es una curiosa alianza entre cielo e infierno: una moral navideña que mezcla ternura y terror en partes iguales.

 

El desfile: caos controlado y tradición viva

Durante el Krampuslauf, los participantes —jóvenes y adultos por igual— visten pesados trajes de piel, máscaras talladas en madera con expresiones demoníacas y cuernos auténticos. 

Algunos llevan látigos, otros campanas o antorchas, y todos se mueven con una energía casi salvaje, como si el espíritu del propio Krampus los poseyera por unas horas.

 

Aunque pueda parecer una escena salida de un ritual pagano (y, en parte, lo es), el evento está perfectamente organizado. 

Hay rutas definidas, seguridad y, cómo no, cerveza caliente para los valientes espectadores. En algunos pueblos incluso se eligen los “Mejores Krampus del año”, premiando la creatividad del disfraz o la intensidad del susto.

 

Entre el miedo y la fascinación

Resulta curioso cómo una figura destinada al castigo y al miedo se ha convertido en ícono cultural. En Austria, el Krampus no solo desfila: también aparece en postales, chocolates, adornos y hasta en películas. Lo que antes fue símbolo de advertencia hoy es motivo de orgullo regional y turismo.

 

Aun así, el espíritu original sigue presente. En cada rugido, en cada golpe de cencerro, se percibe ese eco ancestral de los pueblos alpinos que creían en fuerzas más allá de lo humano. 

Quizá, por unas horas, el Krampuslauf nos recuerda que la Navidad no siempre fue dulce ni brillante, y que para valorar la luz, hay que dejar que el diablo —aunque sea disfrazado— salga a caminar entre nosotros.

 

 

...........................................................................................................

Tradiciones y Costumbres de MI TIERRA
Un espacio dedicado a rescatar, compartir y mantener vivas las raíces culturales que nos identifican. Aquí encontrarás historias, fiestas, gastronomía y todo aquello que forma parte del alma de nuestros pueblos. 🌄🌿🎉

📲 Síguenos en nuestras redes para más contenido y transmisiones en vivo: YouTube, TikTok, Facebook, Instagram y X.


💬 No olvides dejarnos tu comentario sobre este artículo y cuéntanos qué tradición o costumbre te identifica más.